El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró este martes que su Gobierno está “muy cerca” de aprobar una vacuna contra el coronavirus, el mismo día en el que Rusia registró la primera en el mundo. Sin citar el anuncio del Kremlin, Trump se refirió a los esfuerzos para aprobar la vacuna tan solo empezar la rueda de prensa casi diaria en la que informa sobre el estado del coronavirus en el país, que supera ya los 5,1 millones de casos y roza los 165.000 muertos. “Estamos invirtiendo en el desarrollo y fabricación de las seis principales candidatas para asegurar su rápida distribución, y las Fuerzas Armadas están listas, listas para entregar la vacuna a los estadounidenses tan pronto como la primera esté del todo aprobada”, dijo el presidente.
“Y estamos muy cerca de esa aprobación”, añadió.
Trump prometió que en el momento en el que una de las candidatas sea aprobada ya estarán disponibles 100 millones de dosis para vacunar a los estadounidenses y también dijo que “poco después” se producirán 500 millones más. De hecho, en la misma rueda de prensa Trump anunció un nuevo acuerdo con Moderna, una de las farmacéuticas que más cerca está de finalizar las pruebas con su vacuna, para adquirir 100 millones de dosis cuando esté aprobada. Moderna, por su parte, informó que el contrato asciende a unos 1.500 millones de dólares.
Según el mandatario, los esfuerzos de su Gobierno para lograr la vacuna son "la mayor y más avanzada operación de este tipo en el mundo y en la historia". Aunque Trump ni se refirió ni fue preguntado por la vacuna rusa, sí lo hizo el epidemiólogo de la Casa Blanca, Anthony Fauci. “Espero que los rusos hayan probado definitivamente que la vacuna es segura y eficaz. Dudo seriamente que lo hayan hecho”, advirtió. Días atrás, el reconocido experto había expresado su confianza en que las instituciones estadounidenses se mantendrían al margen de las presiones políticas de la carrera por la vacuna y solo aprobarían las fórmulas que cumplan con los requisitos del protocolo científico.
Por su parte, el jefe de la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) -la agencia gubernamental encargada de dar el visto bueno a la vacuna-, Scott Gottlieb, insinuó que el anuncio del Kremlin “puede ser otro esfuerzo para avivar las dudas o incitar a EEUU a forzar una acción temprana”.
En tanto, el secretario de Salud y Servicios Humanos, Alex Azar, lanzó advertencias en la misma línea. Desde Taiwán, el ministro afirmó a la cadena ABC que “el punto no es ser los primeros, el punto es tener una vacuna segura y efectiva para los estadounidenses y para la gente en el mundo” y reclamó al Kremlin “datos transparentes”. Azar también dijo que espera tener “decenas de millones” de dosis disponibles para diciembre, pasadas ya las elecciones presidenciales de noviembre.
(Con información de EFE)