La dominicana Beatriz Faña Ruiz, nativa de Moca, provincia Espaillat, fue sentenciada el pasado viernes en la mañana a 30 años de cárcel por el Tribunal Superior del Condado New Castle en Delaware, después que se declaró culpable por un incendio intencional en la casa de su papá, donde tres bomberos, un teniente, un oficial y una bombera, murieron el primero, aplastado por un techo y los otros dos quemados. Faña, quien se mudó temporalmente a la residencia adosada de su padre el suburbio Canby Park en Wilmington, estaba confrontando problemas con la esposa del progenitor, que era su madrastra y la noche que inició el incendio en el sótano, ella estaba bebiendo y visiblemente deprimida, según dijeron sus familiares.
Una demanda multimillonaria ha sido iniciada contra la ciudad por los familiares de los bomberos muertos, alegando negligencia en proteger a los oficiales y la población en general. El teniente Christopher Leach y el bombero senior Jerry Fickes, fallecieron poco después del siniestro mientras la bombera Ardythe Hope, quedó grave, fue hospitalizada en estado crítico y murió semanas después por las quemaduras.
Faña Ruiz se declaró culpable de un cargo de asesinato, incendio premeditado y asalto en segundo grado en septiembre de este año y originalmente los fiscales pidieron cadena perpetua con opción a pedir libertad condicional cuando cumpliera 17 años en la prisión, pero el juez desestimó la petición del Ministerio Público. Faña Ruiz, de 30 años, según allegados a su familia, había amenazado con vengarse de algunos de la familia, especialmente la del lado de su papá.
