Las muertes con perfiles de tratarse de ajustes de cuentas y narcotráfico al parecer están de regreso, y en las últimas dos semanas se han producido por lo menos 13, entre ellas la de un coronel de la Policía que hacía labores de inteligencia en el municipio de Baní, ocurrida el pasado día ocho de este mes. Las más recientes sucedieron este martes en La Romana, y la Policía informó a través de un comunicado que en el interior de una yipeta Honda CRV había dos cadáveres completamente calcinados al igual que el vehículo y a pocos metros en el bosque se encontraba el otro cuerpo de una persona de sexo masculino, de unos 40 años, con varias heridas de bala en el cuerpo. Una fuente de Diario Libre informó que los cuerpos quemados son de Ángel Carrión Guzmán (a) Popo y de Juan Gil Adames (a) Jesús Papeleta, mientras que el otro corresponde a Gregorio Pérez Santana (a) Pito.
Los cadáveres fueron hallados en una intransitable zona entre las comunidades Chavón Abajo y El Higüeral, a la que se accede por una carretera de caliche por la que el tránsito es escaso. “Al parecer, las características de cómo murieron estas personas parecen las propias de un ajuste de cuentas”, dijo a Diario Libre un oficial de la Policía que pidió reserva de su nombre.
El coronel de la Policía Ramón Ramos Álvarez fue muerto a manos del supuesto narcotraficante Rafael Antonio Díaz (Buche), principal acusado de la muerte del oficial y que tiene cinco sometimientos por trafico de drogas, según la Dirección Nacional de Control de Dogas (DNCD). Justamente en este punto de drogas propiedad de Rafael Antonio Díaz (a) Buche, los informes de la DNCD dicen que agentes antinarcóticos realizaron 20 intervenciones; pero la droga se seguía vendiendo sin dificultad.
Asimismo, el lunes se conoció un informe policial que da cuentas de que hubo un enfrentamiento entre bandas en Las Cañitas, Distrito Nacional, durante el cual murieron dos personas y una tercera cayó abatida en las proximidades cuando compraba unas hamburguesas (Chimi-churris). Los fallecidos son Gerald Antonio Rosa Agustín, de 21 años, y Yeuri Mercedes (a) Poca Luz; mientras que la víctima colateral es Manuel Enrique Bonifacio Bueno (a) Wilkin, de 18 años. Las versiones, según datos revelados por investigadores, dan cuenta de que con este caso se manejan dos hipótesis: la primera es que el pleito se originó porque uno de los grupos acusa al otro de “soplones” y la otra es que es un problema viejo de drogas.