El Movimiento contra la Intolerancia de España denunció ante la Fiscalía un delito de racismo cometido supuestamente durante la quema de un muñeco que representaba a la dominica Ana Julia Quezada, quien confesó que había matado el 27 de febrero al niño español Gabriel Cruz. El caso de Gabriel Cruz, ocurrido en la provincia de Almería (sureste), despertó un gran interés mediático en España mientras el niño -hijo de la pareja de Quezada- estuvo desaparecido, y una gran conmoción nacional cuando la mujer reconoció finalmente que ella lo había matado.
Según la ONG citada, los hechos denunciados se produjeron el pasado Domingo de Resurrección en Coripe, un pueblo de la provincia española de Sevilla (sur), durante la tradición de la "quema del judas", en la que se profirieron expresiones "vejatorias racistas y violentas" contra la figura que ardía.
En concreto, se tirotea el muñeco, hecho de trapo y paja, en el que se esconde un poco de gasolina hasta que comienza a arder. La imagen representa un personaje conocido que durante cada año haya destacado por haber realizado alguna mala acción.