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El doctor Gómez fue ocho veces a querellarse y no le hicieron caso.


Julio Gómez, quien durante su vida acostumbró a usar la bata blanca del médico ginecólogo, jamás imaginó que se encontraría vistiendo la camiseta verde de los reclusos del Centro de Corrección y Rehabilitación de Monte Plata, por culpa de un reconocido delincuente que fue linchado el 6 de septiembre de 2017 por una multitud que evitó que lo atracara a él y a su sobrino John Federico Arias, en el sector Sabana Perdida, en Santo Domingo Norte. En una entrevista desde la cárcel, Gómez contó a LISTÍN DIARIO lo que ha sido su calvario con la justicia dominicana desde que Miguel Ángel Báez, mejor conocido como Lagrimita, quien ya poseía en su historial siete fichas delictivas, decidió atracarlo a punta de revólver enfrente de su casa y en presencia de su sobrino e hijas.

El doctor y pastor evangélico relató que ese día él fue al banco junto a Arias para cambiar un cheque y así comprar alimentos ante el paso del huracán Irma en aquel momento. Al realizar las diligencias, se dispusieron a retornar a su vivienda donde vieron en las cercanías a un individuo que jamás habían visto, con vestimenta oscura y sentado en unos escalones como si esperara a alguien.

“Cuando llegamos a la casa, mi sobrino se desmontó primero con dos fundas para buscar a mis hijas para descargar la compra, él dejó la puerta de hierro de la galería medio abierta. Al yo tocar la puerta fui sorprendido por aquel individuo al introducirme la mano en el bolsillo para sacarme el dinero que había cambiado. Al preguntarle qué pasaba solo me dijo que me mataría; yo le pregunté porqué lo haría si ya tenía mi dinero, y él solo me respondió que ‘porque sí’, porque quería matarme”, explicó Gómez.

En ese instante John Arias salió de la residencia y vio la acción, al vociferarle al atracador, este lo apuntó con su arma y le disparó, hiriéndolo en una de sus piernas y en presencia de una de las hijas de Gómez.

“Yo reaccioné sujetando el arma que tenía, él disparó en otras dos ocasiones y repetía que me iba a matar. forcejeamos hasta la casa del frente, él me golpeaba pero yo no soltaba su revólver, ahí me disparó de nuevo y los dos caímos al suelo. Pero él logró incorporarse primero que yo y cuando me iba a matar, un vecino le dijo algo y le apuntó al vecino, y gracias a Dios, el arma se le encasquilló”, sostuvo.

Es en ese momento que la comunidad lo despoja de su arma y lo lincha a puñaladas, a batazos y pedradas.

Gómez aseguró que él intentó, incluso, que la multitud dejara de golpear al delincuente, y es en ese momento que es grabado por alguien con un celular, donde se le ve haciéndole señas con las manos para que no siguieran.


Acusación
A pesar de que el doctor Julio Gómez y su sobrino John Arias fueron las víctimas en el atraco del reconocido “Lagrimita”, el Ministerio Público los acusó de provocarle la muerte al tomar el video que se viralizó en las redes sociales como “evidencias del crimen”. Según el expediente acusatorio, “al observar detenidamente en cámara lenta el video, se estableció que los imputados tuvieron al occiso con vida en el suelo y desarmado, momento este en que ya no representaba un peligro inminente, pero el mismo es golpeado de forma desproporcional, y se identifica al imputado Julio Gómez, que se encuentra subido en la espalda del occiso, retorciéndole un brazo, momento en el cual, los señores John Arias (con calzado blanco y una gorra) se agarra de una pared y le da más de 6 patadas en la cara”.

No obstante, Arias alegó que él calzaba zapatos negros en ese momento, por lo que desmienten la acusación. Mientras, el doctor Gómez dijo que en el video es notorio que él hace señas con sus manos para que no sigan golpeando al delincuente.

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EL SORPRESIVO ARRESTO

Aunque el hecho ocurrió el 6 de septiembre de 2017, y aunque fueron a querellarse en 8 ocasiones por lo sucedido y sin tener éxito, tanto Gómez como Arias fueron apresados el 12 de octubre luego de que ellos mismos se presentaran ante el magistrado Ignacio Sánchez, en Los Guarícanos, quien supuestamente citó a ambos para cerrar el caso. “Ese magistrado hizo todo lo contrario, él firmó la orden de arresto delante de nosotros y nos llevaron detenidos a la cárcel San Luis ante la incredulidad de todos los presentes”, expuso Gómez.

Agregó que al día siguiente, la audiencia de coerción duró menos de 10 minutos, y desde entonces tanto él como su sobrino están presos de manera injusta ante amenazas de muerte por parte de la banda a la que pertenecía Lagrimita y extorsión por parte de los abogados de su familia. “Hay un ensañamiento inexplicable contra nosotros por parte de los jueces y el ministerio público. No son pocas las afirmaciones de que la familia de Lagrimita tiene influencia en la justicia dominicana”, indicó Gómez.

También denunció que ratificaron la prisión preventiva sin estar presente, y que al día de hoy, desconoce la fecha de revisión de su caso.