Los rescatistas trabajaban el miércoles para intentar llegar a la gente atrapada entre los escombros tras un potente sismo que remeció la costa este de Taiwán en la víspera y derribó y dañó edificios, causando al menos seis fallecidos y 88 desaparecidos. Imágenes de video y fotografías mostraron varios inmuebles de tamaño medio inclinados en extraños ángulos en Hualien, el condado más afectado, con sus plantas inferiores reducidas a planchas de concreto, vidrios rotos, vigas dobladas y otros escombros. Pudo verse a bomberos subiendo escaleras apoyadas contra las ventanas para intentar rescatar a los residentes de los departamentos.
El superficial terremoto de magnitud 6,4, registrado el martes en la noche, hizo que al menos cuatro inmuebles quedasen inclinados de forma peligrosa. Un trabajador de mantenimiento que fue rescatado tras quedarse atrapado en el sótano del Hotel Marshal, cuya planta baja cedió, explicó que la fuerza del movimiento telúrico fue excepcional.
“Al principio no era muy grande (...) Nos ocurren este tipo de cosas todo el tiempo y realmente no es nada. Pero entonces se volvió realmente aterrador”, dijo el empleado, Chen Ming-hui, a la Agencia Central de Noticias (ACN) de Taiwán tras reunirse con su hijo y su nieto. “Me dio mucho miedo”.
Dos empleados del hotel fallecieron por el sismo, agregó la agencia. Los rescatistas liberaron a otro operario de entre los escombros, explicó el departamento de bomberos. Otros inmuebles se desplazaron sobre sus cimientos y los equipos de rescate emplearon escaleras, cuerdas y grúas para poner a los residentes a salvo. En total, seis personas murieron a causa del terremoto, 256 resultaron heridas y 88 están desaparecidas, según los bomberos. La agencia ACN elevó la cifra de víctimas mortales a siete.
La fuerza del temblor dañó carreteras y cortó el suministro de electricidad y agua en miles de viviendas, agregó el departamento de bomberos.
Nueve japoneses resultaron heridos, dijo el Ministerio de Exteriores nipón. En la lista de lesionados había también seis ciudadanos de la China continental, según reportó el diario People’s Daily, gestionado por el gobernante Partido Comunista. La presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, aseguró que se estaba haciendo todo lo posible para dar con los sobrevivientes. En una publicación en su página oficial de Facebook, la dirigente señaló que viajó a Hualien el miércoles para supervisar la operación de rescate.
Tsai dijo que “ordené que los rescatistas no renuncien a ninguna oportunidad de salvar a gente, teniendo en cuenta su propia seguridad”.