Los crecientes enfrentamientos entre menores o adultos agrediendo a adolescentes dejan como lastre cicatrices físicas que ocasionan traumas de por vida. Tan solo el fin de semana, dos jovencitas resultaron con sus rostros desfigurados, lo que les impidió iniciar el año escolar debido a la gravedad de las heridas. Las agresiones provocadas con un bisturí a una adolescente de 16 años de edad, por otra de 17 en el sector El Ejido de Santiago de los Caballeros, causaron que le dieran 50 puntos en el ojo izquierdo y la cara, 17 en el brazo derecho y cuatro en una oreja. Las cicatrices dejadas han impedido que la menor pueda acudir a la escuela, donde cursa el octavo grado, a través del programa Prepara.
“A mí me dieron hasta batazos, incluyendo una hermana y la madre de una muchacha que no es menor como quieren poner ahora. Lo peor es que su hermano fue quien le pasó el bisturí para que me cortara y ahora no hay nadie preso porque lo tipificaron de riña”, expresó.
Agresiones
La presunta agresora, que las autoridades buscan establecer si también es menor, presenta heridas en el brazo. El caso es tratado por la Unidad de Violencia Física y no por el Departamento de Menores, debido a que fue tipificado como una riña. En tanto que las cicatrices dejadas por la cortadura de una botella, ocasionada por una mujer contra una menor de trece años de edad, ocasionaron traumas en la adolescente que debía cursar el primer año de bachillerato.
El hecho ocurrió en el sector Los Guandules de este municipio, tras una supuesta discusión por el robo de un teléfono celular. Giorgina Martínez, madre de la adolescente de 13 años, narró que una mujer conocida como Alicia, de 38 años, le propinó un botellazo sin mediar palabras y le ocasionó las cortaduras a su hija. Por las heridas en el rostro le dieron catorce suturas.
Casos son catalogados como simple riña
“Yo espero que esto no se quede así, que se haga justicia contra esta mujer”, narró Martínez, consciente de que la mayoría de estos casos quedan sin castigo y en ocasiones las agresiones siguen. En varios centros educativos se han registrado varios casos de violencia y agresiones físicas entre alumnos que han dejado muchas adolescentes con lesiones de por vida.