Durante un período de su vida fue la monja Sor Karina dentro de la Congregación de las Oblatas. Ahora, cuatro años después, Wanda Karina de Jesús Pozo es candidata a Miss República Dominicana Universo por el municipio Haina. Es la primera vez en su vida que da una entrevista. “Aunque salí de monja, mi vocación de servicio ha permanecido, y ha sido custodiada tanto por las hermanas con las que viví, como con los padres jesuitas con los que actualmente estoy trabajando”, dice esta muchacha delgada, de tez negra, risueña, que lleva con orgullo su cabello rizo y corto y es dueña de un verbo seguro y empoderado en el servicio a los más pobres, a punto de graduarse de psicóloga clínica.
Aprendió a andar en tacones por estos días, y también por primera vez tuvo que desfilar en traje de baño -“sudé frío”- en la preparación de las candidatas al certamen Miss República Dominicana Universo que se efectuará el 26 de agosto, bajo la tutela de Magali Febles.
Cuando tenía nueve años su padre fue asesinado, y su mamá para proteger a los siete hijos los conectó con la iglesia, donde Wanda participaba en los encuentros de base de la comunidad. “Me reunía con mujeres líderes comunitarias, confeccionábamos la palabra. Y a medida que fui creciendo, asimismo fui asumiendo diferentes responsabilidades en la iglesia. A los 14 conozco a las hermanas Oblatas, que lo que más me llamó la atención de ellas fue la alegría.
Aprendió a andar en tacones por estos días, y también por primera vez tuvo que desfilar en traje de baño -“sudé frío”- en la preparación de las candidatas al certamen Miss República Dominicana Universo que se efectuará el 26 de agosto, bajo la tutela de Magali Febles.
Cuando tenía nueve años su padre fue asesinado, y su mamá para proteger a los siete hijos los conectó con la iglesia, donde Wanda participaba en los encuentros de base de la comunidad. “Me reunía con mujeres líderes comunitarias, confeccionábamos la palabra. Y a medida que fui creciendo, asimismo fui asumiendo diferentes responsabilidades en la iglesia. A los 14 conozco a las hermanas Oblatas, que lo que más me llamó la atención de ellas fue la alegría.
La imagen que uno tiene de una monja es que tienen un hábito, caminan en silencio, y ellas eran todo lo contrario, y supe que trabajan en la promoción de la mujer en situación de prostitución, ya sea niña, adolescente... y por eso se encuentran en Haina, uno de los municipios que más lugares de prostitución y explotación sexual tiene”, expresó.
La promoción vocacional, el aspirantado, el noviciado en Haina y Bogotá, los primeros votos como religiosa y el tiempo que duró como monja, dejan una huella en su vida que le seguirán hasta su último aliento.
Ese contacto permanente con los más pobres, sobre todo “con niñas y familias que no tenían lo más básico, desde alimentos, agua potable, una casa digna, que padecían hacinamiento, etc., comienza a cuestionarme en mí si esta labor que venía haciendo como monja era solamente lo que yo podía hacer como persona, y le planteo esa necesidad a las hermanas, de hacer un discernimiento, que también parte del proceso vital en el cual yo me encontraba”.
Con 23 años (hoy 28), y tras un proceso le presentó a las hermanas “la necesidad de salir y comienzo ya como laica a trabajar en Fe y Alegría. En ese proceso he seguido en contacto con las hermanas en distintos países, son parte de mi identidad como mujer, como ser humano”, afirma convencida.
La decisión
Gracias a la cercanía de Magali Febles con la comunidad religiosa en Haina, donde lleva muchos años apoyando a las niñas, Wanda decidió participar como candidata en Miss República Dominicana. La primera asombrada fue Magali. “¿Y qué tú haces aquí?”, le dijo.
Wanda fue convencida de que el certamen “ofrece a las candidatas una plataforma de proyección social y al mismo tiempo una plataforma de formación integral, que salga una mujer empoderada, capaz de entrar en diálogo con el mundo, de posicionarse, de relacionarse con diferentes sectores... pues los parámetros han cambiado y se enfocan más en mujeres más reales, más comprometidas socialmente, que muestren la realidad de las mujeres del país que quieren representar. Por eso doy el salto al vacío, me presento como candidata”.
“Cuídate mucho, cuida tu corazón”, le dijo su madre. “No pierdas el enfoque, tu vida es un proyecto de Dios”, le dijo el sacerdote Jesús Saglul ‘Chumy’. Si llegara a ser Miss Universo, entonces Wanda habría logrado transformar un estereotipo.
La promoción vocacional, el aspirantado, el noviciado en Haina y Bogotá, los primeros votos como religiosa y el tiempo que duró como monja, dejan una huella en su vida que le seguirán hasta su último aliento.
Ese contacto permanente con los más pobres, sobre todo “con niñas y familias que no tenían lo más básico, desde alimentos, agua potable, una casa digna, que padecían hacinamiento, etc., comienza a cuestionarme en mí si esta labor que venía haciendo como monja era solamente lo que yo podía hacer como persona, y le planteo esa necesidad a las hermanas, de hacer un discernimiento, que también parte del proceso vital en el cual yo me encontraba”.
Con 23 años (hoy 28), y tras un proceso le presentó a las hermanas “la necesidad de salir y comienzo ya como laica a trabajar en Fe y Alegría. En ese proceso he seguido en contacto con las hermanas en distintos países, son parte de mi identidad como mujer, como ser humano”, afirma convencida.
La decisión
Gracias a la cercanía de Magali Febles con la comunidad religiosa en Haina, donde lleva muchos años apoyando a las niñas, Wanda decidió participar como candidata en Miss República Dominicana. La primera asombrada fue Magali. “¿Y qué tú haces aquí?”, le dijo.
Wanda fue convencida de que el certamen “ofrece a las candidatas una plataforma de proyección social y al mismo tiempo una plataforma de formación integral, que salga una mujer empoderada, capaz de entrar en diálogo con el mundo, de posicionarse, de relacionarse con diferentes sectores... pues los parámetros han cambiado y se enfocan más en mujeres más reales, más comprometidas socialmente, que muestren la realidad de las mujeres del país que quieren representar. Por eso doy el salto al vacío, me presento como candidata”.
“Cuídate mucho, cuida tu corazón”, le dijo su madre. “No pierdas el enfoque, tu vida es un proyecto de Dios”, le dijo el sacerdote Jesús Saglul ‘Chumy’. Si llegara a ser Miss Universo, entonces Wanda habría logrado transformar un estereotipo.