Santo Domingo.- Heidy Florián Montero, María Magdalena Rojas y Junior Samuel Mejía bien podrían catalogarse como un “bálsamo para el alma” a recetar a personas que viven sin motivación y se quejan de cualquier sinrazón. Estos jóvenes de 21, 20 y 16 años, que han tenido que utilizar unas prótesis para echar adelante sus vidas y valerse por sí mismos, son excelentes exponentes del trabajo que realiza el Centro y Fundación Innovación Ortopédica “El cielo es el límite”.
Heidy Montero narró que es el fruto de una varicela que le dio a su madre, la cual le provocó una fiebre interna durante el embarazo y una amenaza de aborto que la llevó a un parto prematuro a los seis meses.
“Nací con las piernas y manos quemadas, entonces los doctores decidieron amputarme las partes afectadas que serían inútiles, como además le dijeron a mi madre que yo sólo iba a tener una semana de vida”, comentó Heidy. Agregó que aún así su mamá dijo que se quedaría con ella como Dios decidiera.
Es la segunda de cuatro hijos. Cuando pequeña le preguntaban con frecuencia a su madre el porqué habiendo tantos niños Dios la mandó a ella sin piernas y “me decía que él tiene lo mejor para cada uno y no elige un camino que uno no puede llevar”.
Inicialmente no la aceptaban en la escuela y los compañeros le decían ‘montrico’, coja y otros epítetos. Su madre decidió alfabetizarla porque le gustaba el magisterio, después consiguió un colegio que la acogió en silla de ruedas.
Llegó a Innovación Ortopédica a los 12 años, y nunca pensó que caminaría sin arrastrarse; se siente superada, orgullosa de ella.
Cursa el cuarto de bachiller y pretende estudiar Psicología. Hoy día viaja a distintos países a través de la fundación a ofrecer charlas de motivación a personas con baja autoestima o que atraviesan por situaciones similares.
Historias alentadoras
A María Magdalena hubo que amputarle una pierna a los 15 años, tras descubrirle un cáncer de “saco sarcoma” que le destruyó el hueso de una rodilla.
“Esa noticia me cayó como una piedra que destrozó mi alma, lloré y le reclamé a mi mamá por qué permitieron que me sucediera eso”, contó la joven que cursaba el octavo grado. Hoy es bachiller, estudia reposteria para luego ingresar a Psicología Infantil.
Trabaja como secretaria en la Fundación, y se goza de no ser dependiente y les dice a quienes encuentan obstáculos “que sigan adelante, que no se den por vencidos hasta que Dios quiera”.
Al igual que ellas, Junior Samuel también vivió una experiencia similar. “Nací con la pierna doblada porque me faltaba el peroné. Iba a Italia a enderezarme la pierna”, pero sólo le dieron visa a él y no a la mamá, tenía apenas cinco años cuando le ampuraron su extremidad.
Cursa el primero de bachiller, trabaja pintando casas en el interior, donde apoya a su mamá que lucha con secuelas de un derrame cerebral, al tiempo de asistir ocasionalmente a otros pacientes en Innovación Ortopédica.
“Así como estoy monto bicicleta, motores, menejo carro, Dios no me dio esa pierna, pero sí un cerebro. Hay personas que se burlan y lo que hago es reírme, porque no me limito”.
Soporte Innovación
La actitud de ellos frente a la vida no es casual, debido al trabajo integral y de inclusión social hecho por el Centro Fundación Innovación Ortopédica, que desde sus inicios en 1998 desarrolla una labor altruísta a favor de la población.
Sus servicios no se limitan al laboratorio de Prótesis y Ortesis, sino que ofrece una asistencia y acompañamiento que los pacientes, sin importar el nivel económico, retoman sus actividades con mucho más deseos de progresar.
Centro está nominado al galardón mundial
La entidad es dirigida por los médicos Carlos Gutiérrez (colombiano) y José Daniel López (venezolano). tecnólogos en prótesis y ortesistas, certificados por la Organización Internacional de Protesistas-Ortesistas.
Se dedican a la fabricación de aparatos ortopédicos y extremidades artificiales. Ambos vinieron al país a estudiar en un programa para América Latina a través del Fondo Mundial de Rehabilitación.
Tras las experiencias acumuladas se establecieron en la calle 16 de Agosto, San Carlos, convirtiéndose el lugar por la excelente asistencia que ofrecen en un espacio de renovación física y mental.
Por la credibilidad y satisfacción de sus pacientes, la entidad está hoy nominada para los premios de “The Brian & Joyce Beactch ford Aurd South Africa”, máximo galardón que se otorga en prótesis y ortesis a nivel mundial.
Heidy Montero narró que es el fruto de una varicela que le dio a su madre, la cual le provocó una fiebre interna durante el embarazo y una amenaza de aborto que la llevó a un parto prematuro a los seis meses.
“Nací con las piernas y manos quemadas, entonces los doctores decidieron amputarme las partes afectadas que serían inútiles, como además le dijeron a mi madre que yo sólo iba a tener una semana de vida”, comentó Heidy. Agregó que aún así su mamá dijo que se quedaría con ella como Dios decidiera.
Es la segunda de cuatro hijos. Cuando pequeña le preguntaban con frecuencia a su madre el porqué habiendo tantos niños Dios la mandó a ella sin piernas y “me decía que él tiene lo mejor para cada uno y no elige un camino que uno no puede llevar”.
Inicialmente no la aceptaban en la escuela y los compañeros le decían ‘montrico’, coja y otros epítetos. Su madre decidió alfabetizarla porque le gustaba el magisterio, después consiguió un colegio que la acogió en silla de ruedas.
Llegó a Innovación Ortopédica a los 12 años, y nunca pensó que caminaría sin arrastrarse; se siente superada, orgullosa de ella.
Cursa el cuarto de bachiller y pretende estudiar Psicología. Hoy día viaja a distintos países a través de la fundación a ofrecer charlas de motivación a personas con baja autoestima o que atraviesan por situaciones similares.
Historias alentadoras
A María Magdalena hubo que amputarle una pierna a los 15 años, tras descubrirle un cáncer de “saco sarcoma” que le destruyó el hueso de una rodilla.
“Esa noticia me cayó como una piedra que destrozó mi alma, lloré y le reclamé a mi mamá por qué permitieron que me sucediera eso”, contó la joven que cursaba el octavo grado. Hoy es bachiller, estudia reposteria para luego ingresar a Psicología Infantil.
Trabaja como secretaria en la Fundación, y se goza de no ser dependiente y les dice a quienes encuentan obstáculos “que sigan adelante, que no se den por vencidos hasta que Dios quiera”.
Al igual que ellas, Junior Samuel también vivió una experiencia similar. “Nací con la pierna doblada porque me faltaba el peroné. Iba a Italia a enderezarme la pierna”, pero sólo le dieron visa a él y no a la mamá, tenía apenas cinco años cuando le ampuraron su extremidad.
Cursa el primero de bachiller, trabaja pintando casas en el interior, donde apoya a su mamá que lucha con secuelas de un derrame cerebral, al tiempo de asistir ocasionalmente a otros pacientes en Innovación Ortopédica.
“Así como estoy monto bicicleta, motores, menejo carro, Dios no me dio esa pierna, pero sí un cerebro. Hay personas que se burlan y lo que hago es reírme, porque no me limito”.
Soporte Innovación
La actitud de ellos frente a la vida no es casual, debido al trabajo integral y de inclusión social hecho por el Centro Fundación Innovación Ortopédica, que desde sus inicios en 1998 desarrolla una labor altruísta a favor de la población.
Sus servicios no se limitan al laboratorio de Prótesis y Ortesis, sino que ofrece una asistencia y acompañamiento que los pacientes, sin importar el nivel económico, retoman sus actividades con mucho más deseos de progresar.
Centro está nominado al galardón mundial
La entidad es dirigida por los médicos Carlos Gutiérrez (colombiano) y José Daniel López (venezolano). tecnólogos en prótesis y ortesistas, certificados por la Organización Internacional de Protesistas-Ortesistas.
Se dedican a la fabricación de aparatos ortopédicos y extremidades artificiales. Ambos vinieron al país a estudiar en un programa para América Latina a través del Fondo Mundial de Rehabilitación.
Tras las experiencias acumuladas se establecieron en la calle 16 de Agosto, San Carlos, convirtiéndose el lugar por la excelente asistencia que ofrecen en un espacio de renovación física y mental.
Por la credibilidad y satisfacción de sus pacientes, la entidad está hoy nominada para los premios de “The Brian & Joyce Beactch ford Aurd South Africa”, máximo galardón que se otorga en prótesis y ortesis a nivel mundial.