Hato Mayor.- El Tribunal Colegiado del Departamento Judicial de Hato Mayor impuso anoche una pena de 10 años de prisión y el pago de un millón de pesos como indemnización a un hombre que lanzó ácido del diablo a por lo menos tres mujeres, cuando ellas lo abandonaban. Fausto José, de 37 años, les había rociado a las féminas el “ácido del diablo”, sustancia química que corroe la piel y con la afectó además a varios niños. Su última víctima fue Dominga Trinidad, quien lo sometió a la justicia hasta lograr la citada condena.
El hombre también llegó a atacar con la sustancia a Carmen Zorrilla, y en esa acción quemó a dos nietos de la señora en el 2014, en el sector Villa Navarro. El tribunal fue presidido por la juez Kenia Santana Sosa, mientras que la fiscal Jenny Ramírez representó el ministerio público.
Fausto José atacó a Dominga Trinidad en el 2015, en el sector Punta de Garza, al sur de esta ciudad.
“Yo decidí separarme de él, porque era celoso y, además, decidí buscar de Dios, yendo a la iglesia”, dijo la mujer a la prensa.
Tras cometer el hecho, Fausto José trató de huir de la ciudad hacia Santo Domingo, en horas de la madrugada, pero fue apresado cuando abordaba una guagua del transporte público.
El hombre cumplirá la condena en la cárcel General Pedro Santana, de El Seibo, según la fiscal Jenny Ramírez.
El hombre también llegó a atacar con la sustancia a Carmen Zorrilla, y en esa acción quemó a dos nietos de la señora en el 2014, en el sector Villa Navarro. El tribunal fue presidido por la juez Kenia Santana Sosa, mientras que la fiscal Jenny Ramírez representó el ministerio público.
Fausto José atacó a Dominga Trinidad en el 2015, en el sector Punta de Garza, al sur de esta ciudad.
“Yo decidí separarme de él, porque era celoso y, además, decidí buscar de Dios, yendo a la iglesia”, dijo la mujer a la prensa.
Tras cometer el hecho, Fausto José trató de huir de la ciudad hacia Santo Domingo, en horas de la madrugada, pero fue apresado cuando abordaba una guagua del transporte público.
El hombre cumplirá la condena en la cárcel General Pedro Santana, de El Seibo, según la fiscal Jenny Ramírez.