Santiago.- La histórica campana que data del siglo XIX y donada a la iglesia San Antonio de Padua por sacerdotes españoles, fue vendida en una metalera ubicada en el barrio Baracoa por la “pírrica” suma de 6 mil pesos, luego que fuera robada del campanario del templo católico ubicado en la parte baja de la calle Del Sol de esta ciudad. Luego de una ardua labor de inteligencia ejecutada por agentes de la Dirección Investigaciones Criminales en la Supervisoría Zonal policial del sector Plaza Valerio, comandados por el capitán Persio Antonio Pérez Jiménez, la campana fue recuperada en dicha metalera, pero lamentablemente estaba rota en cuatro pedazos.
En relación al hecho, el capitán Pérez Jiménez ordenó al teniente Ramón Tifá Morfa, comandante del departamento de robos en dicha Supervisoría policial, apresar tanto a los que cometieron la acción y a los dueños de dicha metalera.
Las identidades de los detenidos no han sido reveladas para no entorpecer el proceso de la investigación, y trascendió que uno de los prevenidos, supuestamente hijo de la dueña de la metalera, había comprado la campana por 6 mil pesos.
Luego de haberse cometido el hecho, oficiales policiales al mando del jefe de la Dirección Regional Cibao Central de la Policía Nacional, general Víctor Hernández Vásquez se presentaron al templo católico, y ordenaron las pesquisas que dieron al traste con la recuperación de la campana y la detención de cuatro personas.
Aun resulta sorprendente como los “ladrones” lograron escalar la torre del campanario de la iglesia San Antonio, para sustraer la campana, ya que tiene una altura considerable.
“Esa acción fue calificada como una afrenta a la historia dominicana y a la sociedad en sentido general, por lo que todo el que participó en ese proceso deberá ser condenado, tal y como esperan los diferentes sectores sociales de Santiago” dijeron historiadores consultados sobre el particular.
En relación al hecho, el capitán Pérez Jiménez ordenó al teniente Ramón Tifá Morfa, comandante del departamento de robos en dicha Supervisoría policial, apresar tanto a los que cometieron la acción y a los dueños de dicha metalera.
Las identidades de los detenidos no han sido reveladas para no entorpecer el proceso de la investigación, y trascendió que uno de los prevenidos, supuestamente hijo de la dueña de la metalera, había comprado la campana por 6 mil pesos.
Luego de haberse cometido el hecho, oficiales policiales al mando del jefe de la Dirección Regional Cibao Central de la Policía Nacional, general Víctor Hernández Vásquez se presentaron al templo católico, y ordenaron las pesquisas que dieron al traste con la recuperación de la campana y la detención de cuatro personas.
Aun resulta sorprendente como los “ladrones” lograron escalar la torre del campanario de la iglesia San Antonio, para sustraer la campana, ya que tiene una altura considerable.
“Esa acción fue calificada como una afrenta a la historia dominicana y a la sociedad en sentido general, por lo que todo el que participó en ese proceso deberá ser condenado, tal y como esperan los diferentes sectores sociales de Santiago” dijeron historiadores consultados sobre el particular.