Santiago.- Ante la cantidad de niños en las calles de nacionalidad haitiana en condiciones de riesgo el movimiento Paz en la Isla se propone construir una escuela para acoger al menos 200 menores algunos con problemas para ser inscritos en los centros educativos. Los integrantes del grupo de estudiantes de medicina y odontología y pastores, haitianos y dominicanos se plantean en principio poner a funcionar un local que opera como iglesia cristiana ubicada en la calle cinco del sector Hato Mayor, al sureste de Santiago.
La iniciativa de acuerdo al pastor Jude Joseph, estudiante de odontología de la universidad Utesa, es crear espacios de oportunidad para estos menores. Junto a Joseph trabaja su esposa Lucien Pierre, de la carrera de medicina junto a otros voluntarios.
“Lo que entendemos, es que no se aprende nada en la calle y si no hacemos nada por rescatar estos niños y brindarles espacios para educarse, luego veremos que serán los futuros delincuentes”, expresa Joseph, al hablar con reporteros de El Caribe sobre el proyecto.
La mayoría de estos niños son muy pobres y no pudieron ser inscritos en las escuelas por la falta de documentos de identidad, por lo que buscamos con esto, es que cuenten con un local para iniciarse en la educación primaria, mientras van solucionando estos inconvenientes y puedan acceder a las escuelas con normalidad.
Para empezar a acondicionar el espacio, comprar material y pagar a los que sirvan como profesores voluntarios, el grupo requiere de un millón de pesos.
Además se proponen a largo plazo comprar un local que sea más acogedor para que funcione como escuela, pero su costo es de tres millones de pesos.
Los promotores de la idea de un centro para niños en condiciones de riesgo y vulnerabilidad, esperan que comience a funcionar para agosto o septiembre, con el inicio del próximo año escolar
Mancomunidad.
El grupo Paz en la Isla lo integran siete estudiantes, dominicanos y haitianos y busca además mostrar que se puede lograr la convivencia pacífica entre ambos pueblos, el dominicano y el haitiano y trabajar en causas comunes que permitan ir reduciendo los niveles de pobreza, desigualdad y falta de oportunidades.
Dos de las hijas de la pareja de Pierre y Joseph nacieron en República Dominicana y de sus labios solo sale la palabra agradecimiento para la nación dominicana.
“El propósito, es acabar con el conflicto y la necesidad de paz para poder avanzar y trabajar por las cosas que nos unen”, apunta Jude Joseph.
En los trece años que tienen residiendo en Santiago, asegura son pocos los inconvenientes surgidos y por el contrario ha encontrado el apoyo y solidaridad de muchos dominicanos.
La iniciativa de acuerdo al pastor Jude Joseph, estudiante de odontología de la universidad Utesa, es crear espacios de oportunidad para estos menores. Junto a Joseph trabaja su esposa Lucien Pierre, de la carrera de medicina junto a otros voluntarios.
“Lo que entendemos, es que no se aprende nada en la calle y si no hacemos nada por rescatar estos niños y brindarles espacios para educarse, luego veremos que serán los futuros delincuentes”, expresa Joseph, al hablar con reporteros de El Caribe sobre el proyecto.
La mayoría de estos niños son muy pobres y no pudieron ser inscritos en las escuelas por la falta de documentos de identidad, por lo que buscamos con esto, es que cuenten con un local para iniciarse en la educación primaria, mientras van solucionando estos inconvenientes y puedan acceder a las escuelas con normalidad.
Para empezar a acondicionar el espacio, comprar material y pagar a los que sirvan como profesores voluntarios, el grupo requiere de un millón de pesos.
Además se proponen a largo plazo comprar un local que sea más acogedor para que funcione como escuela, pero su costo es de tres millones de pesos.
Los promotores de la idea de un centro para niños en condiciones de riesgo y vulnerabilidad, esperan que comience a funcionar para agosto o septiembre, con el inicio del próximo año escolar
Mancomunidad.
El grupo Paz en la Isla lo integran siete estudiantes, dominicanos y haitianos y busca además mostrar que se puede lograr la convivencia pacífica entre ambos pueblos, el dominicano y el haitiano y trabajar en causas comunes que permitan ir reduciendo los niveles de pobreza, desigualdad y falta de oportunidades.
Dos de las hijas de la pareja de Pierre y Joseph nacieron en República Dominicana y de sus labios solo sale la palabra agradecimiento para la nación dominicana.
“El propósito, es acabar con el conflicto y la necesidad de paz para poder avanzar y trabajar por las cosas que nos unen”, apunta Jude Joseph.
En los trece años que tienen residiendo en Santiago, asegura son pocos los inconvenientes surgidos y por el contrario ha encontrado el apoyo y solidaridad de muchos dominicanos.