Desaprensivos cargaron con todo lo que tenía valor de la plaza que honra la memoria del sacerdote católico Emiliano Tardif, ubicada en las periferias del Puente Hermanos Patiño de esta ciudad, en las avenidas Presidente Antonio Guzmán y Circunvalación. Desde los asientos de metales hasta los cables del tendido eléctrico, los pillos solo dejaron las tarjas en mármol que adornan el lugar y donde hay varios pasajes bíblicos.
"La efigie o estatua del padre no se la han llevado porque es muy grande y habría que utilizar vehículos, pero después se robaron todo, y se dice que fueron los piperos de los sectores circundantes", declaró el obrero Marco Antonio Rodríguez.
"La efigie o estatua del padre no se la han llevado porque es muy grande y habría que utilizar vehículos, pero después se robaron todo, y se dice que fueron los piperos de los sectores circundantes", declaró el obrero Marco Antonio Rodríguez.
La obra fue inaugurada en el mes de agosto del 2009 en la gestión del entonces síndico José Enrique Sued, con una inversión de tres millones de pesos. El lugar no tiene iluminación y es usado hasta como letrinas por malhechores y algunos transeúntes. Ramón Sánchez dijo que mientras las autoridades de la iglesia Católica o el Ayuntamiento no dispongan de un servicio de vigilancia el monumento seguirá siendo un lugar preferido de los delincuentes.
Desde los departamentos de Plazas y Parques y Mantenimiento del Ayuntamiento local se prometió realizar un levantamiento del lugar para proceder a su embellecimiento y dotarlo de las butacas o bancos que se robaron.
Asimismo, se prometió diligenciar una vigilancia permanente con la Policía Nacional y la Policía Municipal. La plaza era muy visitada por creyentes católicos y personas que aprovechaban para disfrutar del ambiente que ofrecen varias especies de árboles que hay en la zona.
Asimismo, se prometió diligenciar una vigilancia permanente con la Policía Nacional y la Policía Municipal. La plaza era muy visitada por creyentes católicos y personas que aprovechaban para disfrutar del ambiente que ofrecen varias especies de árboles que hay en la zona.
Además de este monumento-plaza en memoria del sacerdote Emiliano Tardif, quien falleciera en 1999 en Argentina, existe un colegio privado que lleva su nombre. Fue un misionero de los Sagrados del Corazón de Jesús y cuyas prédicas y oraciones por más de 70 países logró curar a miles de enfermos, siempre en el nombre de Jesucristo.