La pintura "Nafea Faa Ipoipo" (¿Cuándo te casarás?), de la fase tahitiana de Paul Gauguin, se convirtió en el cuadro más caro jamás vendido tras ser adquirido por un comprador de Catar por unos 300 millones de dólares, según publicó ayer The New York Times.
La obra, ejecutada en 1892, pertenece a la serie de mujeres tahitianas que el pintor francés realizó en la etapa más reconocible y famosa de su carrera y formó parte de la colección del Kunstmuseum de Basilea (Suiza) durante más de 50 años, aunque llevaba años en manos de una colección privada suiza.
Según el diario estadounidense, el cuadro fue adquirido por un comprador de Catar y la venta fue confirmada por el intermediario, Rudolf Staechelin, antiguo ejecutivo de la casa de subastas Sotheby's.
Hasta ahora, el cuadro más caro vendido era "Los jugadores de cartas", de Paul Cézanne, que alcanzó los 250 millones de dólares en 2012 y que fue comprado por la Casa Real de Catar.
También el récord obtenido en subasta por la pintura "Tres estudios de Lucien Freud", de Francis Bacon, fue a parar a manos cataríes, pues Mayasa bin Hamad al Zani, la hermana del emir del país, pagó 142,4 millones de dólares por el tríptico.
El óleo de Gauguin muestra a dos jóvenes tahitianas rodeadas de un colorido campo. Fue ejecutada durante la estancia del artista galo en la Polinesia Francesa, sitio adonde se mudó en 1891 huyendo de la modernidad europea y en busca de tener un contacto con la naturaleza y la exoticidad.
Antes de llegar a manos de su nuevo propietario, la obra de Gauguin, que se mantuvo a préstamo por 50 años en el Museo de Arte de Basilea, viajará a Madrid para exhibirse en el Museo Reina Sofía hasta el mes de setiembre, mes en que la gente podrá despedirse de la millonaria ejecución plástica del artista parisino.
Según se supo ayer, la obra llegará a España a finales de junio y permanecerá hasta el cierre de la exposición, el 14 de septiembre.
El artista. La obra de Eugène Henri Paul Gauguin (París,1848-Islas Marquesas,1903) está considerada entre las más importantes de los pintores franceses del siglo XIX.
Sus experimentos sobre el color y, en general, el conjunto de su obra influyeron en la evolución de la pintura, tanto en Picasso como en el expresionismo alemán.
De familia liberal, Paul Gauguin asumió su vocación de pintor a una edad tardía, los 35 años, y casi sin haber recibido una formación técnica. Nada de eso le impidió llegar a ser el gran renovador de la pintura de su tiempo.
Cuando lo dejó todo para dedicarse a pintar, Gauguin era un próspero burgués. Le había ido muy bien como agente de bolsa, vivía en un barrio elegante, sin privarse de nada, con su bella esposa danesa y sus cinco hijos. ¿Qué lo llevó a cambiar de oficio, ideas, costumbres, valores?
Su "búsqueda del paraíso" la inició en sociedades primitivas: Bretaña, Provenza, Panamá, Martinica. Fue allí, en el Caribe, donde por fin encontró rastros de lo que buscaba y pintó los primeros cuadros en los que Gauguin comienza a ser Gauguin.
En la Polinesia, sin embargo, se convierte por fin en el salvaje que se empeñaba en ser. En sus cuadros se evaporan las normas que regulaban el arte europeo y se consagran nuevos patrones estéticos, otras formas de belleza y de fealdad, la diversidad de creencias, tradiciones, costumbres, razas y religiones de que está hecho el mundo.
La belleza que comunican las obras de Gauguin integran la extraordinaria aventura vital que las hizo posibles, su inmersión en la vida vagabunda y misérrima, sus padecimientos y penurias físicas y psicológicas, y también sus excesos, brutalidades y fechorías que cometió.
En Tahití y en Atuona nadie niega su talento, pero muchas personas, los jóvenes sobre todo, le reprochaban hasta hace poco haber abusado de las nativas pese a saber muy bien que la sífilis que padecía era contagiosa, y haber actuado con sus amantes indígenas haciendo gala de un innoble machismo.
Su cuerpo fue destrozado por el avance de la sífilis y la semiceguera con la que pintó sus últimos cuadros. Si no hubiera muerto a tiempo, habría ido a parar a la cárcel por el odio que despertó entre los colonos de Atuona, sobre todo el del obispo Joseph Martin, junto al que —paradoja— está enterrado en el rústico cementerio de la islita que escogió para pasar la última etapa de su vida.
Último remate. Otro maravilloso óleo de Gauguin de su etapa tahitiana, "Dos mujeres", fue la estrella de una subasta efectuada en 2006 . Fue vendido en 25 millones de dólares. Realizado en 1902, el lienzo "es el más importante de Gauguin que salió a la venta en Europa en 15 años", afirmó entonces la casa Sotheby´s.
En 2004, en Nueva York, Sotheby's había rematado "Maternidad II", que Gauguin también pintó en Tahití. Tras una intensísima puja, un comprador anónimo lo adquirió en 39 millones.