México. La fiscalía de México sostuvo este lunes que ya tienen la “certeza legal” de que los 43 estudiantes que desaparecieron en septiembre en Iguala, en el estado sureño de Guerrero, fueron asesinados y quemados en un basurero por sicarios del narcotráfico. La investigación, que incluye confesiones de casi un centenar de detenidos y elementos materiales, nos da la “la certeza legal de que los normalistas (estudiantes) fueron muertos en las circunstancias descritas”, dijo en una conferencia de prensa el Procurados General de la República, Jesús Murillo Karam.
Luego de que el jefe de la Agencia de Investigación Criminal mexicana, Tomás Zerón de Lucio, presentó las declaraciones de Felipe Rodríguez Salgado, alias “El Terco” o “El Cepillo”, quien admitió haber dirigido la operación para asesinar y desaparecer a los 43 jóvenes, Murillo Karam dijo que los estudiantes están muertos.
“La verdad histórica es que fueron privados de la libertad, privados de la vida, incinerados y arrojados al río San Juan, declaró.
Los familiares y buena parte de la sociedad mexicana manifestaron en las últimas semanas que no creen en la versión oficial, según la cual los jóvenes fueron asesinados e incinerados en un basurero de Cocula, un municipio vecino a Iguala, por miembros del cártel Guerreros Unidos.
Según el testimonio de tres integrantes de Guerreros Unidos, policías locales detuvieron a los jóvenes y se los entregaron tras un tiroteo ordenado por el entonces alcalde de Iguala, José Luis Abarca, en el que murieron seis personas y otras 25 resultaron heridas el pasado 26 de setiembre.
Hasta ahora un grupo de forenses austríacos sólo ha identificado a uno de los estudiantes desaparecidos entre los restos calcinados supuestamente hallados por la fiscalía mexicana en Cocula.