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Un pandillero dominicano sentenciado a cadena perpetua en Providence por asesinato de compatriota.

Luis Antonio Piña, un presunto narco pandillero de 21 años de edad, declarado culpable por el asesinato del también dominicano Eric Cuesta, fue condenado este lunes 15 de diciembre a cadena perpetua en la Corte Superior de Providence (Rhode Island), por el juez Robert D. Krause.

Piña, es el segundo criollo que es condenado en pocos días a cárcel de por vida por asesinar un compatriota, después que Miguel de los Santos, fue sentenciado a la misma pena en la Corte Suprema Estatal de Manhattan, por el homicidio del criollo Manuel González en el apartamento de la víctima, en octubre de 1999.
Piña, fue declarado culpable por un jurado en Providence de asesinato en primer grado, al matar a Eric Cuesta de 16 años y quien era estudiante de la escuela secundaria Juanita Sánchez.

El crimen ocurrió en diciembre del 2013.

Piña, admitió haber asesinado a cuesta, cuando ambos se enfrentaron por una supuesta transacción de drogas en la avenida Adelaide, cerca de la calle Broad en el Sur de Providencia, el 14 de diciembre del año pasado.

Piña, estaba libre bajo fianza, usó una pistola Taurus calibre .40 para asesinar a Cuesta de un balazo en el pecho. El Fiscal General Adjunto de Rhode Island, Patrick Youngs, leyó una carta escrita por la madre de la víctima para el juez.
El estudiante asesinado, era el menor de cinco hijos y su madre lo consideraba muy "aniñado".

Piña, pidió "perdón" a los familiares de Cuesta, a través de su abogada Molly Kapstein Cote, quien leyó una declaración escrita por el convicto. "Estoy realmente apenado por todo lo que pasó ese día", dice Piña en la carta al tribunal, poco antes de ser confinado para siempre en la cárcel.

Además de la cadena perpetua, el magistrado, lo sentenció a otros 10 años adicionales por asalto con un arma peligrosa. Los fiscales dijeron que Cuesta, fue asesinado por Piña, en medio de una discusión, cuando la víctima estaba en el interior de una furgoneta que conducía por la referida intersección.

La sentencia, fue en base a un acuerdo de culpabilidad de Piña con la fiscalía y refrendado por la familia de la víctima.
La acusación dice que Cuesta, quien había soñado que lo mataron a balazos, se dirigía a un restaurante McDonalds, junto a otros amigos, cuando Piña quien pasaba en un vehículo tipo SUV, los interceptó.

Los investigadores dijeron que los involucrados cruzaron algunas palabras, de estas pasaron a los insultos y Piña, sacó la pistola disparando dos veces. La víctima, fue llevada al hospital de niños en Hasbro por uno de sus acompañantes que conducía el vehículo. Murió poco después de ser ingresado.

En medio de la discusión, dijo la policía, Cuesta y sus acompañantes se detuvieron frente a una iglesia para enfrentarse al agresor. Piña, había salido por segunda vez este año de una cárcel juvenil, donde estuvo preso por narcotráfico y pandillerismo, hace tres semanas.

Había sido acusado de robarse un vehículo y asalto sexual a una adolescente, siendo arrestado en posesión de cocaína.
Piña, también fue apuñalado por pandilleros rivales, pero guardó silencio en relación al atacante. Una ex novia suya le dijo a la policía que Piña le había confesado que mató a otro hombre de un balazo en la cabeza.

El patrullero Jared Stanzione, dijo que ubicó a Piña y otro hombre en la intersección de las calles Gallatin y Ruskin y ambos estaban muy nerviosos y sudorosos. Después de interrogar a Piña y liberar a su acompañante, la policía lo acusó de asesinato por la muerte de Cuesta. La pistola Taurus fue recuperada en un patio de una casa en la calle Sumter, donde Piña la tiró tratando de esconder la principal evidencia.

POR MIGUEL CRUZ TEJADA / SIN COMPROMISO