Alrededor de 13 policías golpearon de manera brutal al camarógrafo Domingo Díaz Matos, de Telemicro canal 5, quien cubre la zona norte, mientras transitaba por la avenida Juan Pablo Duarte próximo al sector Villa Olga de la ciudad de Santiago, bajo el alegato que violó la luz roja de un semáforo.
Díaz Matos quien fue esposado y trasladado en la parte trasera de una patrulla de la policía expresó que no cometió tal infracción de tránsito, pero a pesar de esto colaboró mostrándole sus documentos sin embargo no accedió a entregarles la llave del vehículo lo que detonó la agresión.
El vocero de la Policía en Santiago indicó que la patrulla está bajo arresto para fines de investigación, y dio garantías de sanciones para los agentes actuantes ante el abuso de poder cometido.
Luego de ser trasladado al Comando Cibao Central de la Policía en Santiago, el agente que comandaba la patrulla continúo lanzando improperios y amenazas de continuar golpeando a Díaz Matos inclusive delante de sus superiores.
Luego de ser puesto en libertad el reportero gráfico fue ingresado en un centro de salud donde aún permanece.
La situación provocó indignación entre los camarógrafos que laboran en Santiago.
El camarógrafo se transportaba en un carro junto a dos damas parientes suyo.
Díaz Matos quien fue esposado y trasladado en la parte trasera de una patrulla de la policía expresó que no cometió tal infracción de tránsito, pero a pesar de esto colaboró mostrándole sus documentos sin embargo no accedió a entregarles la llave del vehículo lo que detonó la agresión.
El vocero de la Policía en Santiago indicó que la patrulla está bajo arresto para fines de investigación, y dio garantías de sanciones para los agentes actuantes ante el abuso de poder cometido.
Luego de ser trasladado al Comando Cibao Central de la Policía en Santiago, el agente que comandaba la patrulla continúo lanzando improperios y amenazas de continuar golpeando a Díaz Matos inclusive delante de sus superiores.
Luego de ser puesto en libertad el reportero gráfico fue ingresado en un centro de salud donde aún permanece.
La situación provocó indignación entre los camarógrafos que laboran en Santiago.
El camarógrafo se transportaba en un carro junto a dos damas parientes suyo.
Por José Adriano Rodríguez