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Negocios arrabalizan las principales vías y avenidas de Santiago.

 
Bajo el argumento de que son padres de familias, trabajadores y comerciantes informales han instalado centros de diversión, talleres de mecánicas y otros negocios que ocupan las aceras de las principales avenidas de Santiago. Al desorden que por largos años mantienen los dueños de tiendas en Gurabito, se suma el caos en las avenidas 27 de Febrero, Estrella Sadhalá, Circunvalación y en Las Carreras.

A escasa distancia del Palacio de Justicia, un negocio de expendio de bebidas alcohólicas denominado Positivo Bar, no conforme con ocupar la acera con asientos de cemento, prácticamente las columnas del establecimiento toman parte de la avenida 27 de Febrero.
Los residentes en la zona se quejaron de que cada vez que se arma una fiesta tienen que caminar por la calle porque los parroquianos les impiden el paso. En un trayecto de casi dos kilómetros de dicha vía, proliferan, además, los talleres de mecánica y puestos de venta de neumáticos. Ramón González, residente en la zona, dijo que son muchas las personas que se han lesionado o han sido atropelladas por vehículos al caminar por las calles porque las aceras son ocupadas por los negocios. En Gurabito es normal ver los electrodomésticos en medio de la importante vía, mientras en la avenida Mirador Yaque, los barrios improvisados como Nueva York Chiquito, el espacio para peatones es ocupado hasta por puestos de chatarras o metaleras. Otros toman las aceras para ofertar sus servicios de mecánica y vender repuestos usados.

Gran desorden

Un gran desorden se registra en los alrededores de los hospitales José María Cabral y Báez, el infantil Arturo Grullón y el Estrella Ureña, del Seguro Social, donde los vendedores de jugos, frutas, frituras y tiendas de ropas usadas, impiden el paso de los pacientes y familiares que acuden a esos centros de salud.
En varias ocasiones, las autoridades del hospital Cabral y Báez han iniciado proceso de desalojo de los vendedores, pero nueva vez regresan, alegando que son padres de familias. Consideran que la desarrabalización de los espacios en torno a los hospitales es una tarea de la alcaldía de Santiago.

En tanto que el puente de Pontezuela, en la prolongación 27 de Febrero, zona limítrofe entre Santiago y Tamboril, ha sido sobrecargado esta infraestructura de todo tipo de negocios, incluido bares, colmados y paradas de carros del concho.

Esa situación genera el caos y expone a los conductores, sin que las autoridades reaccionen. Tampoco las instituciones competentes se dan por enteradas de los desórdenes generados en la 27 de Febrero, pero en el sector Hoya del Caimito, donde los llamados drink, además de las aceras, ocupan gran parte de la vía y los conductores se ven obligados a detenerse para evitar golpear a los clientes que disfrutan de esos lugares.

También muchas gomeras ofrecen sus servicios en las aceras y ocupan las calles para instalar los neumáticos, por lo que también los conductores deben tener la precaución de cuidar al que hace la instalación.

En algunos casos los negocios formales también extienden sus ofertas a las aceras, con lo que se suman a la arrabalización y desorden.

El 13 de marzo del 2012, la alcaldía inició el proceso de desalojo 150 negocios que por espacio de 25 años se mantuvieron operando de manera informal en el Centro Histórico de Santiago.

Desorden
Hay quejas porque las autoridades no intervienen para imponer el orden y rescatar los espacios de la ciudad

Desigual
Dueños de tiendas se quejan de que negocios informales le hacen competencia desleal
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elcaribe.com.do