Bajo el lema Alimentar al Mundo, cuidar el planeta, se celebra hoy el Día Mundial de la Alimentación, con el énfasis puesto en promover la agricultura familiar y los pequeños agricultores. La efemérides centra la atención mundial en el importante papel de esa alternativa agrícola en la erradicación del hambre y la pobreza, la consecución de la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y los medios de vida.
Tambien destaca su relevancia en la ordenación de los recursos naturales y la protección del medio ambiente, en particular en las zonas rurales. Con la coordinación de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Asamblea General proclamó el 2014 Año Internacional de la Agricultura Familiar.
Esa fue una clara señal de que la comunidad internacional reconoce la contribución de los agricultores familiares a la seguridad alimentaria mundial. Se trata de dirigir la atención mundial hacia los esfuerzos por la eliminación del hambre y la pobreza, cuando en el planeta 805 millones de personas padecen ese mal a nivel global, en tanto mil 200 millones se encuentran en condiciones de subalimentación.
Para millones de personas, los alimentos son escasos o quedan fuera de su alcance en momentos en que ya se sabe que en 2050 se necesitará por lo menos un 60 por ciento más de alimentos que en la actualidad, pues se espera que la población supere los nueve mil millones de personas.
En la Conferencia sobre el Desarrollo Sostenible Río+20, celebrada en junio de 2012, el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, anunció un nuevo reto global para los líderes mundiales y personas de todos los sectores: construir un mundo donde nadie pase hambre.
Al respecto hizo hincapié en que existe suficiente comida para alimentar a la población mundial, por lo que el desafío consiste en garantizar que todos tengan acceso a los alimentos necesarios para disfrutar de una vida feliz y saludable.
Tambien destaca su relevancia en la ordenación de los recursos naturales y la protección del medio ambiente, en particular en las zonas rurales. Con la coordinación de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Asamblea General proclamó el 2014 Año Internacional de la Agricultura Familiar.
Esa fue una clara señal de que la comunidad internacional reconoce la contribución de los agricultores familiares a la seguridad alimentaria mundial. Se trata de dirigir la atención mundial hacia los esfuerzos por la eliminación del hambre y la pobreza, cuando en el planeta 805 millones de personas padecen ese mal a nivel global, en tanto mil 200 millones se encuentran en condiciones de subalimentación.
Para millones de personas, los alimentos son escasos o quedan fuera de su alcance en momentos en que ya se sabe que en 2050 se necesitará por lo menos un 60 por ciento más de alimentos que en la actualidad, pues se espera que la población supere los nueve mil millones de personas.
En la Conferencia sobre el Desarrollo Sostenible Río+20, celebrada en junio de 2012, el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, anunció un nuevo reto global para los líderes mundiales y personas de todos los sectores: construir un mundo donde nadie pase hambre.
Al respecto hizo hincapié en que existe suficiente comida para alimentar a la población mundial, por lo que el desafío consiste en garantizar que todos tengan acceso a los alimentos necesarios para disfrutar de una vida feliz y saludable.