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San Francisco de Macorís protesta en las calles contra veto a ley Loma Miranda.

“La población está indignada ante la burla del presidente Medina, quien trató como ineptos a los senadores... Miranda es del pueblo y no puede ser explotada bajo ninguna circunstancias y si tenemos que ofrendar nuestras vidas, así lo haremos”.
 
La decisión del presidente Danilo Medina, de vetar la ley que declara parque nacional a Loma Miranda, provocó que un grupo de estudiantes de los liceos públicos y de la extensión de la UASD se lanzaran a las calles a protestar, incendiando neumáticos y obstaculizando el tránsito de vehículos y peatones.

Enmanuel Aquino, en representación de los empleados de la sede local de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), dijo que la protesta será “por tiempo indefinido” y, además de rechazar el veto a la ley de Loma Miranda, exige que las autoridades locales de la academia repongan a empleados cancelados.
Neumáticos incendiados, lanzamiento de bombas lacrimógenos y lanzamiento de basura es parte del panorama que se vive en los alrededores del campus universitario del Centro Universitario Regional del Nordeste (CURNE-UASD), en la carretera que une a San Francisco de Macorís con la provincia María Trinidad Sánchez.

“La población está indignada ante la burla del presidente Medina, quien trató como ineptos a los senadores…Miranda es del pueblo y no puede ser explotada bajo ninguna circunstancias y si tenemos que ofrendar nuestras vidas, así lo haremos”

Diversas organizaciones declararon su apoyo a la protesta, entre ellas el FJD y la Asociación de Empleados universitarios, estudiantes de los liceos Ercilia Pepin y Eugenio Cruz Almànzar, entre otros sectores.

Organizaciones populares advirtieron que asumirán la defensa de Loma Miranda hasta las últimas consecuencias.

Raúl Monegro, vocero nacional del Frente Amplio de Lucha Popular (FALPO), consideró como una puñalada al pueblo y un acto de traición por parte del presidente Medina, la observación de la ley sobre Loma Miranda.
A su juicio, la decisión presidencial no tiene otro propósito que no sea el de favorecer a empresas depredadoras de los recursos naturales.