Los familiares de Beverly Ann Brignoni, una mujer de 28 años que murió horas después de someterse a una lipoescultura en la República Dominicana, no se darán por vencidos hasta saber qué provocó su fatal desenlace.
Ayer sus corazones se dividían entre el dolor de enterrar los restos de Beverly Ann en el cementerio municipal de Barranquitas y la incredulidad de que su vida acabó de forma tan repentina.
“Hay una investigación abierta. Contratamos un abogado que nos está ayudando con eso. Todavía estamos en el proceso de lidiar con todo esto, que es bien fuerte, pero definitivamente queremos descartar que haya sido algún error que se pudo evitar”, dijo la madrina Bernadette Lamboy. En caso de que haya habido negligencia, tomarán acciones legales, dijo Lamboy.
Beverly Ann viajó el 19 de febrero por la noche desde Nueva York, donde vivía, hasta Santo Domingo. Al otro día, a las 7:30 de la mañana ya estaba en un quirófano del Centro Médico Vista del Jardín. “Lo único que le requirieron antes de la operación fue un chequeo de sangre. Pero yo entiendo que debieron pedirle más. También me parece que fue un error que la operación fuera así tan rápido después que llegó, uno tiene que estar en calma”, lamentó al tiempo en que aseguró que su ahijada gozaba de buena salud.
Según la madrina, “el acta de deceso dice que la causa fue una embolia masiva del pulmón”. Beverly Ann, quien deja huérfana a una niña de 4 años, pagó $6,300 por el procedimiento. “Esta clínica cobraba más que otras porque era un poquito más exclusiva, y ella pensó que era más segura. Ella conocía a dos o tres personas que se habían sometido (a operación) con ese doctor también. Él no ha tenido muertes, la primera fue la de mi ahijada”, indicó.
El verano pasado, autoridades sanitarias emitieron una alerta por seis casos de infección causada por la bacteria Mycobacterium abscessus, contraída por mujeres que se sometieron a cirugía cosmética en diversas clínicas de Quisqueya. De inmediato no estaba claro si el hospital donde operaron a Beverly Ann formaba parte de esa alerta.
El alcalde de Barranquitas, Francisco López, dijo que era una muerte lamentable y también exhortó a las personas a investigar bien antes de viajar para alguna intervención médica.
“Esta persona iba llena de esperanza y de ilusión y ocurre esto. Hay que analizar bien estas cosas porque se trata de la vida”, expresó. Mientras, el procurador del paciente Carlos Mellado dijo que no tiene jurisdicción en el vecino País para ayudar con una posible reclamación.
“Yo respeto mucho los médicos de República Dominicana, pero lo que te garantiza que puedas hacer algo en caso de una complicación es que tengas un estado de derecho. Por eso recomendamos hacer las cosas aquí o en Estados Unidos, donde existe un Colegio de Médicos, una Junta Examinadora de Médicos y una Asociación de Cirujanos Plásticos”, señaló el funcionario.
Ayer sus corazones se dividían entre el dolor de enterrar los restos de Beverly Ann en el cementerio municipal de Barranquitas y la incredulidad de que su vida acabó de forma tan repentina.
“Hay una investigación abierta. Contratamos un abogado que nos está ayudando con eso. Todavía estamos en el proceso de lidiar con todo esto, que es bien fuerte, pero definitivamente queremos descartar que haya sido algún error que se pudo evitar”, dijo la madrina Bernadette Lamboy. En caso de que haya habido negligencia, tomarán acciones legales, dijo Lamboy.
Beverly Ann viajó el 19 de febrero por la noche desde Nueva York, donde vivía, hasta Santo Domingo. Al otro día, a las 7:30 de la mañana ya estaba en un quirófano del Centro Médico Vista del Jardín. “Lo único que le requirieron antes de la operación fue un chequeo de sangre. Pero yo entiendo que debieron pedirle más. También me parece que fue un error que la operación fuera así tan rápido después que llegó, uno tiene que estar en calma”, lamentó al tiempo en que aseguró que su ahijada gozaba de buena salud.
Según la madrina, “el acta de deceso dice que la causa fue una embolia masiva del pulmón”. Beverly Ann, quien deja huérfana a una niña de 4 años, pagó $6,300 por el procedimiento. “Esta clínica cobraba más que otras porque era un poquito más exclusiva, y ella pensó que era más segura. Ella conocía a dos o tres personas que se habían sometido (a operación) con ese doctor también. Él no ha tenido muertes, la primera fue la de mi ahijada”, indicó.
El verano pasado, autoridades sanitarias emitieron una alerta por seis casos de infección causada por la bacteria Mycobacterium abscessus, contraída por mujeres que se sometieron a cirugía cosmética en diversas clínicas de Quisqueya. De inmediato no estaba claro si el hospital donde operaron a Beverly Ann formaba parte de esa alerta.
El alcalde de Barranquitas, Francisco López, dijo que era una muerte lamentable y también exhortó a las personas a investigar bien antes de viajar para alguna intervención médica.
“Esta persona iba llena de esperanza y de ilusión y ocurre esto. Hay que analizar bien estas cosas porque se trata de la vida”, expresó. Mientras, el procurador del paciente Carlos Mellado dijo que no tiene jurisdicción en el vecino País para ayudar con una posible reclamación.
“Yo respeto mucho los médicos de República Dominicana, pero lo que te garantiza que puedas hacer algo en caso de una complicación es que tengas un estado de derecho. Por eso recomendamos hacer las cosas aquí o en Estados Unidos, donde existe un Colegio de Médicos, una Junta Examinadora de Médicos y una Asociación de Cirujanos Plásticos”, señaló el funcionario.