Había dos tribus guerreras en los Andes, una que vivía en el valle y otra en
lo mas alto de las montañas. Un día los habitantes de las montañas invadieron
las tierras del valle y, como parte del saqueo, raptaron a un bebé de una de
las familias del valle.
Los habitantes del valle no sabían como subir a la cima de la montaña. No
conocían loa senderos que utilizan los habitantes de ese lugar, ni sabían donde
encontrarlos o como perseguirlos en el escarpado terreno. Aun así enviaron a sus mejores guerreros a escalar la montaña y traer al bebé
de regreso. Los hombres ensayaron un método de escalar y luego otro. Probaron una trocha
y luego otra. Sin embargo, después de varios días de e esfuerzos solo habían
conseguido avanzar unos pocos metros. Desesperanzados e impotentes, los hombres del valle decidieron que su causa
estaba perdida y se prepararon para regresar a su aldea.
Mientras empacaban su equipos para descender, vieron a la madre del bebé que
bajaba de la montaña y llevaba a su bebé a la espalda. ¿Cómo era posible?. Uno de los hombres saludo y le dijo: “Cómo pudiste escalar esta montaña si
nosotros, los hombres más fuertes y capaces de la aldea no lo conseguimos?”
Se encogió de hombros y respondió: “Es que el bebé no era tuyo”