La incursión de las
mujeres, madres de familia, en la vida laboral ha aumentado, paulatinamente, en
los últimos años, lo que contribuye, de manera innegable, al desarrollo social,
económico, cultural y humano del
país. Hoy, las mujeres se
desempeñan como
madres trabajadoras, empresarias, jefas de familia, amas de casa. El tema de
que los hombres mantienen el hogar ha quedado atrás y la situación económica del mundo ha provocado
que se necesiten dos ingresos para mantener un buen nivel de vida.
Sin embargo, existen
retos laborales que se deben superar para asegurar que las mujeres disfruten de
igualdad con los hombres: mejores prestaciones, apertura de puestos directivos,
flexibilidad y respeto a los derechos que protegen la maternidad en el trabajo.
Responsabilidades
Las mujeres han logrado acceder al sistema educativo, su escolaridad ha aumentado y se han preparado más para enfrentar los retos de una sociedad globalizada que exige, cada vez más, personas capacitadas para puestos competitivos. Un pequeño porcentaje de mujeres labora para su desarrollo profesional, la gran mayoría de las madres trabajadoras lo hacen por necesidad económica.
Las mujeres han logrado acceder al sistema educativo, su escolaridad ha aumentado y se han preparado más para enfrentar los retos de una sociedad globalizada que exige, cada vez más, personas capacitadas para puestos competitivos. Un pequeño porcentaje de mujeres labora para su desarrollo profesional, la gran mayoría de las madres trabajadoras lo hacen por necesidad económica.
Un punto importante
es la participación de la mujer en el mundo laboral, combinada con la responsabilidad
de los quehaceres domésticos. Construye, Observatorio para la mujer de América
Latina y el Caribe manifiesta que un 96.1% de las mujeres divide su tiempo
entre su desarrollo profesional y el mantenimiento de un hogar. De cada diez
personas económicamente activas en México, cuatro son mujeres.
La participación de
mujeres en el empleo es inferior a la de los hombres y, de acuerdo con cifras
de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), ellas
ganan una media de 17% menos. Se espera que en México la participación femenina
continúe en aumento, especialmente mujeres entre los 24 a 54 años, considerando
que el 23% de los hogares mexicanos son encabezados por una mujer.
Hasta el año 2012,
las madres mexicanas, mayores de 15 años, tenían una participación económica
del 42.2% y el 97% combina el empleo con labores domésticas, reveló el
Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). La participación
económica más alta se ubica entre las madres solteras, seguido por mujeres separadas
o divorciadas.
Mónica Flores,
directora de ManpowerGroup México y Centroamérica, comenta que actualmente se
vive una escasez de talento, por lo que las empresas buscan a grupos antes
excluidos como
las mujeres, adultos mayores y discapacitados. Cifras de
ManpowerGroup México y Centroamérica explican que la ocupación femenina
corresponde a 45% del
total. Se registra con 88.9% de trabajadoras domesticas, 62.3% vendedoras
ambulantes, y maestras y afines 61.2%.
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LAS MUJERES APORTAN A LAS EMPRESAS
LAS MUJERES APORTAN A LAS EMPRESAS
La violencia económica, sexual, física y psicológica puede truncar la
carrera profesional de una mujer. Los hombres, al sentir que las mujeres tienen
mayor independencia económica, piensan que pueden perder el control y comienzan
a agredirlas en muchas ocasiones.
Se ha manifestado
que las mujeres trabajadoras responsables de su familia aportan a las empresas
una mejora en la atención al cliente, mantienen la lealtad en tiempos
difíciles, facilitan la comunicación interna y colaboran al crear un clima de
confianza en las organizaciones.