En represalia por la forma como su padre distribuyó entre sus parientes los
bienes que poseía, una hija de un comerciante de aquí contrató a dos personas
para que lo asesinaran y su cuerpo fue hallado en el municipio de Guayubín, en
avanzado estado de descomposición. Por la muerte a mandarriazos de Eliseo
Antonio Álvarez del Rosario, de 71 años de edad, la Policía detuvo a dos
hombres en esta ciudad, quienes al ser interrogados admitieron que fueron
contratados por Patria Mercedes Álvarez Gómez para que cometieran el hecho.
Al enterarse de la detención de sus cómplices, identificados como Jhonattan
Hernández y Ernesto Hernández Francisco, la mujer, de 30 años, trató de disponer
de su vida ingiriendo una sustancia tóxica, siendo llevada al hospital José
María Cabral y Báez, donde fue atendida y remitida a la comandancia policial,
para los fines de ser enviada a la justicia. Álvarez del Rosario desapareció el 5 de este mes, pero no fue sino hasta tres
días después cuando su hija informó a la Policía sobre su ausencia, hasta que el
pasado fin de semana fue encontrado su cadáver.
Según datos aportados por los dos implicados, a principios de este mes fueron
contactados por la mujer para que asesinaran a su padre, disgustada por la
manera en que él había determinado la repartición de la herencia que dejaría a
sus descendientes. Para cometer el asesinato acordaron el pago de 250 mil pesos, recibiendo de
manos de ella un anticipo de 100 mil, con el compromiso de que el dinero
restante lo recibirían luego de consumar el hecho.
Narraron que la noche del día 5 ella le sirvió un refresco a su padre, pero
antes echó una droga a la bebida, procediendo a montarlo en una yipeta propiedad
de la víctima, conduciéndolo a Guayubín, donde horas después lo golpearon con
una mandarria hasta quitarle la vida. Poco después llevaron el vehículo a una residencia de ese pueblo y, tras
alegar que tenía desperfectos mecánicos, pidieron a la propietaria de la
vivienda que les permitiera dejarlo allí, a fin de buscar un mecánico que
resolviera el problema que supuestamente impedía que funcionara adecuadamente,
pero no regresaron.
En la tarde de ayer, un representante de la Fiscalía de ese municipio,
acompañado por agentes policiales, se presentaron a la casa en cuestión y
recuperaron la yipeta, procediendo a detener a la dueña de la vivienda para
fines de investigación. Se supo que hace algunos años la hija de Álvarez Rosario fue atacada a tiros
por su esposo y, aunque logró sobrevivir, quedó inválida mientras su cónyuge se
suicidó minutos después, creyendo que la había asesinado.