Los afectados calificaron el hecho de ilegal ya que según ellos no llegó ningún fiscal al lugar y denuncian que algunas de sus pertenencias fueron saqueadas. Durante el desalojo hubo varios enfrentamientos con agentes policiales, algunas personas se rehusaban a salir de sus viviendas por lo que fueron sacados a la fuerza, mientras otros lloraban por la pérdida de sus ajuares.
La preocupación ha invadido a estas familias, luego de la destrucción de sus hogares, a algunos les dio tiempo de sacar sus pertenencias, otros sólo se han quedado con la ropa que llevaban puesta. Una de las desalojadas es Juana De la Cruz, quien debe ser operada y teme por dejar a su familia a la intemperie. Durante el fin de semana algunos pasaron la noche en casas de amigos y familiares mientras que otros prefirieron quedarse en los vestigios de lo que antes eran sus hogares.
Asimismo, estudiantes expresaron su preocupación pues deben asistir a la escuela. Dijeron que permanecerán en ese lugar ya que no tienen ningún otro espacio donde vivir. Confían en que el gobierno les ayude a encontrar una solución al problema de sus viviendas y puedan sacarlos de este drama.