Antes de que comience su boda en una zona rural de Afganistán, un hombre de 40
años se sienta junto a su esposa de 11 años para que les tomen una
fotografía.La chica le dice a la fotógrafa que ella está triste al comprometerse porque
ella esperaba convertirse en profesora.
Su clase favorita era el Dari, el idioma local,
antes de que ella tuviera que dejar los estudios para casarse.
Ella es una de las 51 millones de niñas-novias en el mundo. Y eso no ocurre
solo con los musulmanes; es algo que se extiende a otras culturas y
regiones.La fotógrafa estadounidense Stephanie Sinclair ha viajado por el mundo para
captar imágenes como la de la pareja afgana, para documentar el fenómeno.