El general de brigada Franklin Vittini Durán, director de Asuntos Internos de la
Policía Nacional, en nombre de la jefatura de esa institución, ofreció ayer
disculpas al camarógrafo Santos Aracena y a su madre Cirila Aracena, de 78 años,
quienes todavía no se recuperan de los golpes que sufrieron por oficiales
policiales, en un hecho ocurrido el pasado miércoles en la comunidad de Los
Platanitos, de este municipio.
“La Policía no está para violentar el derecho, sino para cuidar a los
ciudadanos. Estos agentes, como ya se sabe, fueron suspendidos de sus labores, y
desde ya están siendo puestos a disposición de la justicia, que determinará el
nivel del agravio y tomará las medidas de lugar”, dijo Vittini Durán.
Tristeza. Los Aracena dijeron sentirse muy tristes y
manifestaron que esperan que las autoridades judiciales den una condena ejemplar
a los miembros de la institución del orden que les afectaron, no solo física,
sino también moralmente. El camarógrafo Aracena dijo que fue torturado, esposado y llevado al cuartel,
donde, según denunció, los agentes pretendían hacerle un expediente por portar
un revólver, lo cual fue impedido por la productora del programa televisivo para
el cual labora.
“Les enseñé la cámara y el micrófono y les cuestioné sobre si tenían alguna
orden de un fiscal para penetrar a mi casa. En cambio, me sacaron de mi casa a
golpes. Yo mismo me siento raro, porque no he sido una persona mala. No sé si
por mi trabajo de grabar delincuentes y actos dolosos de la Policía, ellos
tienen algo contra mí”, explicó.