Georgia ha llegado a pesar 254 kilos con tan solo 17 años. Su dieta, a base de tarta, patatas fritas y Coca-Cola, ha hecho que llegue a superar el cuarto de tonelada. Después de pasar 9 meses en un campamento para perder peso en EEUU, la adolescente consiguió bajar hasta los 114 kilos, pero su vuelta a casa y la falta de apoyo de sus padres han hecho que recaiga. "Si pienso en que puedo morir por mis sobrepeso, entre en pánico y esto me hace comer más", asegura.